¡No queremos flores, ni felicitaciones, queremos trabajo en igualdad y dignidad!
En los días pasados, la sociedad salvadoreña ha estado siendo testiga de diferentes hechos y coyunturas relacionadas al ámbito del trabajo; entre ellas, se sabe que desde finales del año pasado inició el proceso de aumento al salario mínimo; donde por primera vez el estado salvadoreño tiene una propuesta de aumento significativa en contraposición a la propuesta del sector empresarial del país; además el Consejo Nacional del Salario Mínimo tiene diversas propuestas de las organizaciones sociales y sindicales que buscan romper con la línea de la pobreza relativa y con esa dura realidad que deja a El Salvador como uno de los dos países de la región con los salarios más bajos después de Nicaragua.
Dado que entre hombres y mujeres hay una brecha salarial significativa, este aumento al salario mínimo debe romper con la misma y llevar a las mujeres trabajadoras un alivio a la difícil situación económica en que se encuentran, mayoritariamente las insertas en el sector de la maquila textil y bordadoras a domicilio, que hoy por hoy deben sobrevivir con un salario mensual en el caso de las primeras de $210.90, y en el caso de las segundas de $80.00 mensuales.
Por otro lado, hemos visto con indignación el cierre intempestivo de la empresa Manufacturas Magdalena, cuyos dueños hicieron lo mismo en Guatemala; dejando sin empleo en El Salvador a 700 personas, además del no pago de salarios ni cuotas previsionales y del seguro social, esta práctica ha sido común en el sector de la maquila textil, donde las y los trabajadores se quedan sin el pago de salarios e indemnizaciones y no los recuperan, ya que en casos de cierres repentinos los dueños de las empresas o sus representantes legales se van del país, y en casos de bancarrota alegan iliquidez.
La Concertación por un Empleo Digno para las Mujeres (CEDM), de la cual es miembra Mujeres Transformando, ha trabajado una propuesta de fianza para el sector de la maquila, como una alternativa para garantizar a las y los trabajadores que sus pasivos laborales estén cubiertos en casos como el de Manufacturas Magdalena, vemos que hoy por hoy, esta propuesta es necesaria y vendría a beneficiar a las más de 73,000 personas que actualmente laboran en las maquilas salvadoreñas, de las cuales un 80% son mujeres, en su mayoría jefas de hogar.
Así mismo, se ha iniciado el debate en cuanto a la reforma al sistema de pensiones; observamos con preocupación e indignación la campaña de desinformación y miedo que actualmente las y los trabajadoras están recibiendo, gestada por grupos de poder económico que defienden los intereses de los fondos de pensiones y no de la clase trabajadora; al mismo tiempo, vemos la ausencia del enfoque de género en las diferentes propuestas que se han construido.
Ante ello, como un aporte al debate, desde las miradas de las mujeres hacemos la siguiente reflexión:
- Que el sistema actual de pensiones ha demostrado trabajar desde una lógica contraria a la de asegurar bienestar y retiro digno a las mujeres y hombres trabajadores de El Salvador; pues su principal objetivo es la obtención de millonarias ganancias para los bolsillos caudalosos del capital transnacional. Así lo demuestran las proyecciones de protección del actual sistema de pensiones, en el cual sólo el 22% de la población cotizante va a tener derecho a una pensión arriba de la mínima. El restante 78% de las trabajadoras y trabajadores cotizantes, tendrá que someterse a vivir con una pensión mensual de 207 USD.
- La necesidad de actuar con diligencia ante la deuda previsional, que avizora el riesgo de recortes en el gasto social. Esta medida, si bien aporta al saneamiento de las finanzas públicas, esconde la recarga sobre las mujeres de tareas del cuido no remuneradas e invisibizadas para la economía formal.
- Así como es urgente la reforma al sistema de pensiones, es urgente que el Estado actué en correspondencia al compromiso asumido en la Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres de hacer de la igualdad y la erradicación de la discriminación contra las mujeres, una exigencia fundamental de sus actuaciones en las iniciativas públicas y privada, y por tanto reaccione ante un sistema previsional que evidencia y reproduce la discriminación en contra de las mujeres. Esto exige que se considere dentro de sus propuestas de reforma, las discriminaciones que afectan a las mujeres en el mercado laboral, y su posterior relación con la deficiente atención prestada por el sistema previsional a las mismas.
- Que la reforma al sistema de pensiones exprese la voluntad progresiva de incluir en su espectro de protección a las mujeres que dedican su vida al trabajo doméstico remunerado y no remunerado; cuestión silente en las actuales propuestas de reforma que nos inscribe en la paradoja MUJERES QUE DEDICAN TODA SU VIDA A CUIDAR A SUS FAMILIAS Y LAS FAMILIAS DE SUS EMPLEADORES/AS, Y NO TIENEN AL FINAL DE SU VIDA DERECHO A RECIBIR CUIDADOS.
- Que sean consideradas en la reforma al sistema previsional opciones y posibilidades de protección para las mujeres y hombres que laboran en el sector informal de la economía y en el sub- empleo, cuyas condiciones de precariedad no les permiten cotizar de forma autónoma a una pensión.
- La importancia de recuperar los principios de solidaridad, ética y no individualismo que contiene el espíritu de un sistema previsional, inscrito en el sistema de seguridad social; para garantizar el fomento de una cultura de paz y de la plena convivencia y solidaridad social entre los y las salvadoreñas.
En cuanto al salario:
- Que se apruebe una propuesta de salario mínimo, acorde a la realidad de los altos costos de la vida en el país; un salario mínimo de $407 dólares que rompa con la línea de pobreza y que permita llevar un respiro a los miles de hogares con jefatura femenina que con los salarios actuales únicamente administran la pobreza.
En cuanto a los cierres de las empresas de maquilas:
- Que se inicie el debate sobre la creación de una fianza que garantice el pasivo laboral de las y los trabajadores en casos de cierres de las maquilas.
Las mujeres estamos presentes en el empleo, en la casa y en la calle. No estamos dispuestas a quedar fuera de las agendas políticas coyunturales.
¡Por un salario mínimo que rompa con la línea de la pobreza!
¡Por la garantía del pasivo laboral ante los cierres de las empresas!
¡Por una pensión digna que nos incluya a todos y todas!
ASOCIACIÓN MUJERES TRANSFORMANDO
¡JUNTAS POR NUESTROS!
Con el apoyo de: